top of page

Out of the blue

plano_ciudad.jpg

Nadie oyó el comienzo porque no hubo sonido.

Los motores se quedaron sin rugido, las bocas sin voz, los relojes sin pulso.

La ciudad, detenida, parecía respirar por última vez.

Durante un instante —ni antes ni después— el silencio fue tan puro que dolía.

Entonces, alguien levantó la vista.

Por primera vez, escuchó el mundo que ya no hacía ruido.

 

Y entendió que eso también era el fin.Pero un fin tan quieto que parecía una revelación.

bottom of page